Inmunoglobulina A (IgA) | Rhonda Curran, Universidad Queen de Belfast, Reino Unido
Traducción: Jesús Gil, Würzburg, DE (SEI)
La inmunoglobulina A (IgA) es la primera línea de defensa frente a la infección, mediante la inhibición de la adhesión bacteriana y viral a las células epiteliales y la neutralización de las toxinas bacterianas y víricas, tanto intra- como extracelulares. La IgA también elimina patógenos o antígenos a través de la vía excretora mediada por IgA, donde los complejos inmunitarios formados con IgA son transportados a través de un proceso mediado por receptores poli-inmunoglobulina.
La inmunoglobulina A secretora (SIgA) tiene un importante papel en la respuesta adaptativaKlein Relojes México Calvin Mercado En Plateado Libre Reloj trBsQxoChd (antígeno-específica) humoral (basada en anticuerpos), en las superficies mucosas del tracto gastrointestinal, respiratorio y urogenital. Las superficies mucosas son el portal de entrada de muchos patógenos, por lo que la SIgA es producida en grandes cantidades y es la clase predominante de inmunoglobulina encontrada en las secreciones externas y lágrimas.
Las IgA son glicoproteínas séricas y constituyen una de las cinco clases de anticuerpos. Estas clases se definen por: 1) el número de subunidades (cada una compuesta por cuatro polipéptidos; 2 cadenas pesadas y 2 cadenas ligeras idénticas) (ver Figura 1), y 2) el tipo de cadena pesada (en el caso de la IgA, una cadena α). La IgA puede ser oligomérica, formada de 2 a 4 monómeros de IgA.
Figura 1. Diagrama esquemático de la estructura de la SIgA, mostrando dos moléculas de IgA unidas covalentemente a través de la cadena J y el componente secretor, que permite al anticuerpo atravesar las células epiteliales de la mucosa al lumen.
La SIgA tiene siempre una estructura oligomérica, inicialmente dimérica, y los polímeros se encuentran ligados gracias a cadenas polipeptídicas adicionales, como la cadena de unión de 15 kDa (cadena J) y un componente secretor de 70 kDa producido en las células epiteliales e involucrado en el transporte transcelular de la SIgA para su incorporación a las secreciones (ver Figura 1).
En humanos, tras la presentación antigénica

Revisión: Francisco M. Marco, Alicante, ES (SEI)
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